lunes, 10 de febrero de 2014

Los otros oficios de el cine

Sonido y Montaje 


"En esta profesión que es tan de mentira todo, en mi departamento no podemos hacer tanto truco". Aitor Berenguer lleva 25 años como técnico de sonido y recuerda muy bien como antes "las herramientas eran muy, muy, muy concretas: un micrófono, un grabador, unos pocos cables y unos auriculares. Y de buenas a primeras empezó a cambiar todo".
Aitor Berenguer: 'En esta profesión que es tan de mentira todo, los técnicos de sonido no podemos hacer tanto truco'
Sabe que "si todo está muy bien, el sonido es fácil que pase desapercibido, pero si no se entiende..." En el caso de 'La herida', película por la opta al Goya, Berenguer hace hincapié en los silencios. "Parece que no suena nada, te da la sensación de hermetismo y soledad. Pero es que el silencio también se oye", remarca.
En este proyecto, junto a él, pero en la sala de montaje, David Pinillos. Apasionado de su trabajo, define al montador como esa persona que tiene que dar un poco distancia al filme. "A lo mejor el director está enamorado de la película, de un plano y entonces yo tengo que ser realista y decirle: 'Mira Fernando -director de 'La herida'- si quitamos esto, la historia va a crecer'.
Su trabajo le convierte en el gran desconocido. Admite que "es una sensación extraña porque acabas teniendo una relación muy cercana con el personaje, con los actores... " , no olvidemos que el montador es la persona que más veces ve la película.
Juan Pedro, Kiko, Tatiana, Pedro, Juanma, Aitor y David son una mínima representación de todos los trabajadores que hacen posible el séptimo arte. Todos y cada uno de ellos "arropan la película para que la historia que ha escrito el guionista y va a describir y volver a contar el director se pueda hacer realidad. Sin ellos, no es posible", finaliza Pedro de Gaspar, justo antes de mirar el móvil en busca de novedades desde Hungría

No hay comentarios:

Publicar un comentario